Hoy quiero compartir con ustedes una receta que llenará su cocina de esos aromas irresistibles que solo el otoño puede traer: ¡barras de cheesecake con calabaza! Este postre es una verdadera joya de temporada, que combina dos deliciosos y populares postres: el cheesecake y el pie de calabaza. ¡Un matrimonio feliz en cada bocado!
Cuando pensamos en el otoño, no podemos dejar de imaginar el delicioso olor de la calabaza al hornearse, acompañado de especias aromáticas que nos transportan a momentos cálidos y familiares. Así que, si buscas un postre que no solo sea delicioso, sino que también evoque la esencia de esta temporada, ¡has llegado al lugar correcto! Aquí te comparto la receta y al final el enlace para que veas el video en mi canal de Youtube.
La Magia de la Calabaza
La Calabaza es un alimento muy versátil, que podemos sacarle gran provecho en la cocina, tanto para comidas, como para postres. Es rica en fibra, hidratos de carbono y potasio. También contiene calcio, magnesio, vitamina A, C y E. No podemos dejar de mencionar el betacaroteno, un potente antioxidante, que determina su color anaranjado y que ayuda a eliminar radicales libres previniendo el envejecimiento celular.
Lo mejor es que está disponible durante todo el año y a un precio muy económico, así que si aún no la has incluido en la dieta, comienza YA!
Para esta receta utilicé una lata de puré de calabaza que encuentras ya lista en el supermercado, pero puedes hacer el puré en casa con calabaza natural. En ese caso te recomiendo que cocines la calabaza en el horno, no lo hagas en agua o al vapor, para evitar que quede muy húmeda.
Lava y seca bien la calabaza, cortala en trozos grandes y colócalas en una bandeja de horno, con papel de hornear o con una capa muy delgada de aceite para evitar que se te peguen. Déjalas con la cáscara hacia arriba. Las vas a hornear a 350 grados Farenheit/ 180 grados Centígrados de 40 a 45 minutos. Va a depender del tamaño de las porciones, te recomiendo que verifiques a la media hora insertándoles un tenedor.
Cuando estén blandas las retiras del horno y cuando estén a temperatura ambiente, le quitas la cáscara y las majas con un tenedor. Toma en cuenta que para la receta vas a necesitar 425 grs, que es la cantidad que trae la lata.
Tres Capas de Sabor
Esta receta tiene un atractivo especial: ¡tres capas que se complementan a la perfección! La base es de bizcocho estilo “crumble”, seguido de un cremoso cheesecake y, por supuesto, la estrella del espectáculo: la calabaza con especias, que aporta ese sabor característico del otoño y el color vibrante que tanto amamos.
La capa de bizcocho:
Para esta capa, utilicé una caja de mezcla de bizcocho “yellow cake” que venden en el supermercado. Esta harina la mezclé con mantequilla derretida y un poco de especias para pie de calabaza.
La mezclé con una espátula de goma, hasta que la harina que estuvo completamente humedecida. No queda una mezcla compacta, más bien queda arenosa. Esta la dividí en dos porciones.
Con la mitad cubrí la base de un molde de 9"x13" engrasado y la otra parte la reservé para colocarla como topping.
La capa de Cheesecake:
Lo primero que puedo decirte es que el queso crema debe estar a temperatura ambiente, para que sea mucho más fácil de acremar y unir con el resto de los ingredientes. Comencé acremando el queso, y luego poco a poco le agregué los siguientes ingredientes: leche condensada, un huevo y una cucharadita de vainilla.
La capa de Calabaza:
Esta es la más fácil. Es simplemente mezclar con un batidor de mano todos los ingredientes: 1 lata de puré de calabaza, 2 huevos, 1 cucharada de harina, media taza de azúcar, media taza de leche, 1 cucharadita de mezcla de especias para pie y una cucharadita de vainilla.
Ya con las capas listas, sólo terminé de montar el postre en el molde que tenía reservado con la base de bizcocho. Con un “scoop” de mantecados, coloqué porciones de cheesecake y de calabaza de manera alternada hasta terminar con ambas mezclas.
Introduje un palito de pinchi y le hice movimientos de un lado al otro del molde para crear el marmoleado.
Le coloqué en el tope la mitad de mezcla de bizcocho estilo “crumble” que había guardado y lo hornee a 350° por 50 minutos.
Cuando lo retiré del horno, lo dejé que alcanzara temperatura ambiente y luego lo guardé en la nevera tapado con papel de aluminio de un día para otro.
Cuando ya estuvo listo, le corte los bordes y porcioné. Pueder porcionar en cuadrados o rectángulos y decorar como gustes. Yo lo decoré con whiptopping y canela.
A continuación te comparto la receta con todos sus detalles:
Y por aquí te invito a ver el video en mi canal de Youtube:
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